Ser emprendedor en Andalucía es doblemente interesante. Por un lado, desarrollas una actividad vocacional y, por otro, tienes la suerte de vivir en una región donde la calidad de vida no tiene parangón.
Andalucía comienza a ser receptiva con el emprendimiento. Asimismo, la sociedad andaluza tiene la madurez necesaria para discernir al buen empresario que crea valor, del que sólo quiere especular. Y es esta lógica la que nos permite haber pasado de una total indiferencia hace décadas, con respecto a la figura del emprendedor, a un total apoyo y mimo al joven empresario.
Además, el sistema universitario andaluz se está poniendo las pilas en este asunto. Nacen empresas, sobre todo de base tecnológica, al amparo de los grupos de investigación. Éstos hacen las veces de úteros engendradores de empresas a las que denominamos spin off universitarias.
Por todo ello me atrevo a decir que la situación es manifiestamente mejor a la que viví como emprendedor allá por el año 1993, cuando con tan sólo 28 años tuve la feliz idea de crear Novasoft.
Despejemos equívocos. Para que Andalucía prospere como región deberá redoblar los esfuerzos en materia de competitividad tecnológica; reconociendo la determinación inversora en materia de tecnología e innovación, llevada a cabo por parte de la Junta de Andalucía. Cierto es que aún falta mucho camino por recorrer, a tenor del estudio sobre Competitividad Tecnológica 2009, donde España baja al puesto 25 de la lista mundial, viéndose superada por Estonia (23) e Italia (24).
Forzosamente el concepto innovación está íntimamente ligado a la empresa. Hablar de innovación es hablar de empresa per se. Por esta razón un territorio sin empresas innovadoras difícilmente podrá desarrollar un sistema de innovación con garantías de éxito, presente y futuro. Sin embargo, y a pesar de la crisis, Andalucía es ya un biotopo adecuado para el desarrollo y la consolidación de empresas innovadoras. Incluso podemos aprovechar nuestra mejor posición de partida frente a otras regiones con mayor tradición empresarial, donde su modelo empieza a tener síntomas de obsolescencia.
En el sector de empresas de base tecnológica e intensiva en conocimiento comienza a observarse un acervo empresarial que brilla con luz propia. Por esta razón debemos estar orgullosos de nuestros empresarios y empresas.
La prédica sobre el emprendimiento que está llevando a cabo el Gobierno andaluz es pertinente. Básicamente hay que seguir dando prevalencia a los emprendedores innovadores y mantener la hoja de ruta en ese sentido, para así favorecer un nuevo modelo productivo más acorde con los recursos y capacidades existentes; y al fin y a la postre respetuoso con el medio ambiente.
Debemos asegurar un nuevo escenario económico donde las tecnologías, el capital intelectual y la innovación sean el sostén principal de la economía andaluza.
No hay que olvidar que Andalucía dispone de los factores de producción necesarios y oportunos. Concretamente, me estoy refiriendo al factor humano, que resulta ser superavitario en calidad y cantidad.
Concluyendo. Las Administraciones Públicas deben tener muy claro que cada euro que inviertan en innovación y tecnología obtendrán un ROI (retorno de la inversión) social y económico garantizado.
Francisco Barrionuevo
Presidente ejecutivo Novasoft
Presidente del Consejo Social de la Universidad de Málaga
Presidente ejecutivo Fundación Manuel Alcántara