Hemos ganado perdiendo (2016)

El título de este artículo contempla un gran oxímoron hecho adrede. Me refiero al consabido veredicto del jurado de la Capitalidad que ha dejado a Málaga sin posibilidades de seguir optando a ser la capital Europea de la Cultura 2016; en cambio Córdoba sí, y por ello mis felicitaciones sinceras. Lejos de caer en la subversión que suele provocar la derrota, propongo que salgamos del quietismo y la molicie que nos caracteriza. No vale ahora buscar culpables, ni excusas; sólo toca seguir trabajando para próximas ediciones con intensidad y haciendo la oportuna autocrítica constructiva. No entiendo otro modo de ganar que no sea aprendiendo de las derrotas, sin histrionismos, pero sin caer en actitudes claudicantes. Eso nunca. He recibido en mi vida de empresario y gestor alguna que otra mala noticia que ha conllevado derrota dolorosa. Reconozco que al recibirla me dejaban muy tocado, y en el primer minuto te entraban ganas de tirar la toalla y buscar culpables. Básicamente, recomiendo que cuando se reciba una mala noticia lo mejor es reflexionar y asumirla como parte del juego. Sólo así se está preparado para aparecer de nuevo en escena. Con esa actitud precautoria evitas que los tuyos te vean embargado por la decepción.

No nos equivoquemos, cuando se gana o pierde un proyecto de un calado como el de la Capitalidad, no lo gana o pierde un partido político, ni una organización, lo hace toda una ciudad, y al frente los que lo han apoyado y dedicado esfuerzos decididos. Y a los que se han dedicado a poner piedras en el camino, casi siempre con nocturnidad y alevosía; ¡cuidado! Al final les termina llegando su particular Idus de Marzo.

Málaga necesita ponerse en más ocasiones en liza de cara a pergeñar nuevos retos de relevancia como el del 2016, sólo así engrasaremos una maquinaria oxidada a la hora de agavillar los agentes sociales y económicos de la ciudad. Un ejemplo paradigmático de cómo debemos encarar un reto de envergadura es la candidatura de la Universidad de Málaga (UMA) a ser Campus de Excelencia Internacional. Una apuesta que conlleva un plan ambicioso denominado Andalucía Tech, y que cuenta además con un importante apoyo económico y demás prebendas, al margen de elevarla al Olimpo de las universidades de vanguardia. No olvidemos que hace poco menos de un año se recibió un jarro de agua fría cuando la UMA no fue elegida Campus de Excelencia Internacional. Recuerdo muy bien cuál fue la actitud de la Rectora, Adelaida de la Calle, lejos de desmoralizarse imprimió a todo su equipo fuerza renovada, y al poco hizo una maniobra digna de encomio, consiguiendo cerrar una alianza con la Universidad de Sevilla para optar juntas a la actual convocatoria; aumentando así las opciones de forma considerable. Tengo bastante confianza de que la UMA, junto a la Universidad de Sevilla, obtendrá la recompensa merecida a su trabajo constante. El día 19 de octubre será el gran día para que 22 proyectos impulsados por 39 universidades se presenten ante el gran jurado formado por una comisión internacional. Todo sabemos el significado de dar una de cal y otra de arena. Pues bien, ya empezamos a estar un poquito hartos en Málaga de palas de arena. A ver cuando toca una de cal…

Hemos ganado perdiendo (2016)

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Presidente ejecutivo Novasoft
Presidente del Consejo Social de la Universidad de Málaga
Presidente ejecutivo Fundación Manuel Alcántara