Entelequia de la economía del conocimiento

Cada día nos desayunamos con noticias negativas de cierre de empresas, indicadores macroeconómicos a cual peor, y nuestros gobernantes con la cara más descompuesta. Con este escenario dantesco en lo económico, y por ende, en lo social, dan ganas de echar a correr como el protagonista de Forrest Gump, aunque correr es de cobardes. En Málaga vivimos en un lugar privilegiado. Si además le sumamos que hay mimbres suficientes para creernos que podemos reinventarnos y crear una nueva industria como entelequia de una Nueva Economía Distribuida (NED). Otras ciudades y regiones lo han conseguido con menos recursos e infraestructuras, ¿nosotros por qué no vamos a poder? No importa si nos equivocamos al intentar desarrollar otros tipos de actividades más sostenibles en lo económico, social y medioambiental. Ya lo dijo Unamuno, que el modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura. Creo que aún no hemos dado las veces necesarias en la herradura. La incipiente industria del conocimiento en Málaga todavía está en pañales, aunque el poco recorrido y desarrollo está bien asentado bajo los dos polos del conocimiento, como son la Universidad de Málaga y el Parque Tecnológico y Científico (PTA). Es muy motivador pasear hoy por el PTA y saber que miles de jóvenes, y no tan jóvenes, trabajadores del conocimiento la gran mayoría, están laborando en industrias que no echan humo y que dan verdaderas oportunidades a nuestros egresados universitarios y jóvenes talentos. Bien es cierto que no tenemos aún empresas del tamaño de Google, Apple, Microsoft…, pero tenemos muchas de ellas con potencial de crecimiento que crean y mantienen puestos de trabajo, mientras otros sectores no paran de echar el cierre a empresas y poner en la calle a sus trabajadores. Todo ha cambiado y no podemos seguir con una oferta de todo a 100 y aferrarnos a los usos y costumbres anacrónicas del turismo de las tres Ps (Pipas, Paseo y Playa) con un paquete de 300 euros la semana y pensión completa. Según el profesor Xavier Sala de la Universidad de Columbia, los países pobres compiten en precio, los intermedios en calidad y los ricos en innovación. ¿Dónde queremos estar? El sector turismo debe reinventarse bajo el auspicio de un nuevo usuario cibernauta, que busca emociones y huye del turismo de masas. Y encima está dispuesto a pagar mucho más por algo más exclusivo, y por exclusivo no confundamos lujo. Sea como fuere y por lo que fuere, tenemos en Málaga una historia increíble donde sucedieron hechos que han dejado una huella indeleble en la historia. Que Hemingway pasara largas temporadas en lo que hoy es la Cónsula, una de las escuelas de hostelerías más prestigiadas. Que Málaga es la segunda ciudad más antigua de Europa… Pongamos en valor todo esto. Es la innovación el único camino hacía el cambio de modelo.

Ciertamente, España está desindustrializándose, sin embargo las factorías de software, especializadas en el desarrollo de aplicaciones y mantenimiento de sistemas para terceros, están aumentando a un ritmo creciente. Según el último informe de AETIC, en 2008 había 77 fábricas de software en España. En la actualidad puede haber más de cien y sólo en el PTA hay, que yo sepa, unas 10 factorías que dan empleo a más de 1.500 desarrolladores. Sigamos apostando y confiando en este tipo de industria que aún tienen mucho recorrido.

Entelequia de la economía del conocimiento

Artículo semanal publicado en la Opinión de Málaga.

Francisco Barrionuevo
Presidente ejecutivo Novasoft
Presidente del Consejo Social de la Universidad de Málaga
Presidente ejecutivo Fundación Manuel Alcántara