Todos los años el premio de poesía Manuel Alcántara da la bienvenida a la etapa del año de mayor esplendor en la ciudad, la llegada del verano y su solsticio. Es sin duda una velada de ensueño, pues entre otros acontecimientos tenemos el lujo de escuchar con atención la voz dura y fuerte de nuestro querido Alcántara, en su versión más poética. Un egregio poeta dando la bienvenida y actuando de anfitrión y padrino del premiado. Todo un lujo.
Este tipo de eventos son los que van poniendo los cimientos de una nueva Málaga vitalista y cultural. Premios como éste que nos ocupa dan un rédito social de altura, y permite a una ciudad como Málaga ganar un horizonte y aumentar la sensibilidad vital de sus ciudadanos.
Debo reconocer la faceta de visionario a nuestro alcalde, quien jugó un papel trascendental a la hora de acoger el Premio de Poesía Manuel Alcántara, el cual se quedó huérfano hace ya unos años y lo amparó la ciudad de Málaga. Hay que entender al primer edil, pues si hay un icono que rezuma malagueñismo, ése es nuestro admirado Manuel Alcántara.
En estos años de andadura del premio se ha ido produciendo la consolidación de la Fundación Manuel Alcántara, dando así el soporte perentorio a la vasta obra de Alcántara, poniendo de este modo al alcance de investigadores y lectores la obra articulística y poética. Para ello, desde la Fundación se ha trabajado de manera ardua en la digitalización de una parte importante de todos los artículos publicados por Manuel Alcántara, desde sus inicios en 1953. Hoy, su página web, www.fundacionmanuelalcantara.org, ofrece una base de datos de más de 12.000 artículos, permitiendo que la obra de Alcántara sea indeleble, al haberse transformado cada palabra escrita por el Maestro a golpe de la vieja máquina de escribir, en bits suspendidos de manera ordenada en el ciberespacio. Muestra de ello, son las más de 22.200 visitas que ha recibido la página web de la Fundación desde 851 ciudades de todo el mundo.
Todo ello se lo debemos en primer lugar al Ayuntamiento de Málaga y a su alcalde, que junto a la Diputación y las fundaciones de Novasoft y Unicaja conforman el grupo de patrocinadores principales de la Fundación Manuel Alcántara. Una iniciativa que denota responsabilidad convencida y no obligada.
Efectivamente, la responsabilidad social de una organización, tanto pública como privada, en sentido estricto, debe ir más allá de cumplir con sus obligaciones y fines económicos. De una moral pensada a una moral vivida… Por esa razón se han embarcado en acciones sociales que ofrecen a la ciudadanía mayor confort y señas de identidad; y para ello el mejor vehículo debe ser la cultura en general, y en particular las artes. Sólo así nos aseguremos preservar y potenciar nuestro legado y tradiciones; elementos que son el trampolín que impulsa a una sociedad que desea aspirar a todo.
Reconozco que no puedo ser parcial con la ciudad que me vio nacer, pero hay que ser ciego para no ver que Málaga se acaba de poner en el mapa de las grandes ciudades culturales europeas. Y a destacar el triángulo escaleno que unirá el gran Museo de la Aduana (Museo de Málaga), el Museo Thyssen y el Picasso, dando así a Málaga una oferta museística que jamás hubiéramos soñado los malagueños.
Artículo semanal publicado en la Opinión de Málaga.
Francisco Barrionuevo
Presidente ejecutivo Novasoft
Presidente del Consejo Social de la Universidad de Málaga
Presidente ejecutivo Fundación Manuel Alcántara